Lavado:
Siempre es recomendable lavar la ropita antes de ponérsela a tu bebé.
Es aconsejable hacerlo con jabón especial para bebé, neutro e hipoalergénico, para evitar alergias e irritaciones. Debes lavar a mano con agua fría.
Los pediatras no recomiendan usar suavizantes de tela, nuestras prendas tampoco lo necesitan.
Secado:
Secar extendida arriba de una toalla sin exponer al sol directo.